La IA ayuda a los médicos a tomar decisiones clínicas y de diagnóstico

El presidente de Siemens Healthineers para Europa, Oriente Medio y África, Bernd Ohnesorge, afirmó que la inteligencia artificial (IA) no sustituirá a los médicos, aunque acabará remplazando a los profesionales que no la utilicen, porque ayuda a tomar mejores decisiones.

La realidad es que la IA ayuda a los médicos a tomar decisiones clínicas y de diagnóstico. En condiciones clínicas precisas, ayuda al profesional a marcar las áreas sospechosas para mejorar la precisión y ayudar a los flujos de trabajo y a aliviar la carga del médico a la hora de decidir cuál es el diagnóstico correcto, indicó Ohnesorge, en un encuentro con medios de comunicación en la sede de la compañía en Erlangen, en Alemania.

En este sentido, opinó que una solución a la escasez mundial de profesionales médicos sería un equilibrio entre la formación de personas y el uso de la tecnología. Sólo la combinación de ambas ayudará a cerrar esta brecha, precisó.

Para Ohnesorge, el futuro pasa por crear gemelos digitales en torno a determinadas condiciones o situaciones clínicas. No queremos generarlos de personas, lo que sería un poco aterrador, sino de situaciones de riesgo o del estado clínico de una enfermedad, a través de la recopilación de información de miles y miles de situaciones similares.

De esta forma, el objetivo de la IA aplicada a la medicina es simular y predecir cuál es la mejor decisión que se puede tomar en cada situación para obtener el resultado clínico adecuado. Se trata de pasar de una toma de decisiones basada sólo en la experiencia y, a veces, en el ensayo y error, a otra sustentada en los datos. Creemos que las enfermedades cardiovasculares, los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer pueden beneficiarse de este pensamiento y tecnología de la visión en un futuro previsible, subrayó.

Emplazó a los gobiernos a enmarcar el derecho para permitir que la industria y la innovación tengan acceso a los datos de la asistencia sanitaria en Europa con el fin de desarrollar herramientas innovadoras que puedan ponerse en manos de médicos y pacientes con el fin de facilitar el abordaje de las diferentes patologías.

En este punto, expresó su preocupación ante el hecho de que las herramientas basadas en IA se desarrollen a partir de datos procedentes de Estados Unidos y Asia. Insistió en la importancia de un marco europeo que regule estos datos en el continente. A los ciudadanos, pacientes y economía europea interesa que la industria pueda acceder a estos datos de forma responsable, con la conectividad adecuada, pero también con las políticas adecuadas para un acceso consciente y responsable que, en el futuro, permita la innovación basada en datos en Europa.

Aspectos éticos

En torno a los aspectos éticos sobre la propiedad de esos datos, Ohnesorge reiteró que debe haber una política que garantice que el paciente da su consentimiento a lo que ocurre con los datos, pero de forma que se equilibre el riesgo de que se utilicen para fines impropios con el riesgo de que no estén disponibles para ser utilizados con los fines adecuados.

Agregó: el tema de la propiedad es importante, pero lo es más lo que se necesita a lo largo del proceso y la comprensión de por qué los datos son relevantes para ese tipo de asistencia sanitaria. Para ello, la única receta es la legislación común en torno a un espacio de datos sanitarios, en los que todos los proveedores, ya sean públicos o privados, estén obligados a participar.

Por su parte, Matthias May, radiólogo y profesor asociado del Hospital Universitario de Erlangen, señaló que la cuestión no es si la IA sustituirá a los médicos, sino cómo se podrá formar a tantos radiólogos para manejar todos estos resultados. Para él, es una tecnología “muy interesante y que está avanzando, pero que aún está muy lejos de la rutina clínica.

Mientras no tengamos sistemas autodidactas y autoformadores, estaremos muy lejos de la situación en la que cualquier médico sea sustituido por una IA. Lo que vemos es que cada vez obtenemos más resultados, más datos automatizados y semiautomatizados, y esto aumenta con creces nuestra carga de trabajo, sostuvo.

En radiología, de momento, lo que se aprecia es una mejora de la reconstrucción de imágenes en resonancia magnética, reduciendo el tiempo de exploración en casi 50 por ciento. Esto es un avance potencial, útil y económico. El siguiente paso sería la detección de lesiones, y para ello se necesita a un radiólogo, destacó.

May manifestó sentirse un poco molesto con el término de IA. Al final, no son más que programas. Y estos algoritmos tienen que aprender de los datos. Nosotros los estamos produciendo y de alta calidad para que la próxima generación pueda beneficiarse de esa tecnología.

La Jornada