Joe Biden navega entre rigurosas restricciones migratorias para asegurar apoyo a Israel y Ucrania

El presidente Joe Biden está considerando aceptar medidas antimigrantes extremas propuestas por los republicanos a cambio de obtener su respaldo crucial para la asistencia militar solicitada para Ucrania e Israel. Según fuentes legislativas de ambos partidos, esta estrategia desató denuncias por parte de congresistas demócratas y defensores de los derechos de los inmigrantes.

Biden busca ganar el apoyo republicano ofreciendo nuevas restricciones al asilo y medidas fronterizas similares a las implementadas por su predecesor, Donald Trump. Algunos legisladores informan que estas concesiones son esenciales para obtener el respaldo necesario en la aprobación de la asistencia militar.

Defensores de los derechos de los inmigrantes, el caucus Hispano del Congreso y legisladores demócratas han expresado alarma ante la posibilidad de que las restricciones al asilo sean aún más severas que las impuestas por la administración anterior. También se han destacado nuevos poderes ejecutivos que podrían permitir a Biden y a futuros presidentes cerrar la frontera sur en respuesta a aumentos en el flujo migratorio.

Aaron Reichlin-Melnick, director de políticas de la organización American Immigration Council, advierte: «Todo lo que he escuchado durante las últimas 24 horas apoya las versiones de que la Casa Blanca ha acordado en principio lo que sería la legislación más antimigrante y anti-asilo en casi 30 años.»

El senador demócrata Alex Padilla rechaza la posibilidad de un retorno a las políticas de Trump, argumentando que «detenciones masivas, desbaratar nuestro sistema de asilo, un regreso al Título 42… todo eso no funcionará. Es inaceptable y no lo toleraremos.»

Legisladores demócratas, muchos de ellos con experiencias migratorias personales, se unen al coro de críticas. La diputada Pramila Jayapal, presidenta del caucus Progresista del Congreso, sostiene que «las propuestas que se están discutiendo ahora mismo en el Senado son tan extremas que literalmente sería la legislación más excluyente desde las leyes de exclusión racial de los años veinte del siglo pasado.»

Aunque una amplia coalición de legisladores demócratas rechaza las medidas antimigrantes, se destaca la notable ausencia del liderazgo demócrata en la Cámara y el Senado en esta postura. El senador Thom Tillis, por el lado republicano, confirma que las negociaciones incluyen medidas para cerrar la frontera en algunos casos.

La Casa Blanca ha reconocido las negociaciones sobre política migratoria, pero ha evitado proporcionar detalles específicos. Mientras tanto, filtraciones indican que la legislación podría permitir la suspensión de solicitudes de asilo y el rechazo de individuos no autorizados en la frontera sur, siguiendo una medida similar al Título 42, si se alcanza un tope establecido en el número de cruces fronterizos. La incertidumbre y la controversia rodean estas delicadas negociaciones que podrían tener un impacto significativo en la política migratoria de Estados Unidos.

ContraRéplica