Fracasa plebiscito chavista por el Esequibo: los venezolanos no está para distracciones

El insistente llamado de las autoridades de Venezuela a participar “masivamente” en el referendo no vinculante de este domingo en defensa del Esequibo, un territorio de casi 160 mil kilómetros cuadrados rico en petróleo y recursos minerales en disputa con Guyana, obtuvo una débil respuesta por parte de la población, lo que se pudo constatar en centros de votación, con escasa presencia de electores.

A las 15:00 hora local, tres horas antes de la prevista para el cierre de los centros, menos del 12% de los electores había votado en tres centros ubicados en zonas muy dispares de Caracas, de acuerdo a los coordinadores.

El referendo, para el que estaban habilitados 20.69 millones de ciudadanos, es considerado por el Gobierno de Nicolás Maduro como una “oportunidad única” para reforzar la defensa de este territorio selvático —bajo soberanía de Guyana desde 1899, cuando Venezuela perdió su control—, pero que el régimen chavista ha incluido como parte del mapa del territorio venezolano.

En la víspera de esta consulta, el jefe de Estado había asegurado que “habrá justicia” por “el despojo” del Esequibo solo “si hay una voz unida de todo el pueblo” este domingo.

Pero este apoyo masivo brilló por su ausencia entre los venezolanos, más preocupados en sobrellevar la grave crisis económica en la que lleva el país sumergido desde hace dos décadas.

“Que mejor arreglen los hospitales que se caen”

Willy Morales, un joven de 29 años de edad que pasaba al frente del centro de votación, decidió abstenerse de participar al no sentir interés.

“Al fin y al cabo, así sea (el Esequibo) de nosotros o no sea de nosotros, lo que va a beneficiar básicamente es al Gobierno porque es el que va a traer las cuestiones de minerales para usarlo a su favor, pero el pueblo no va a ser tan beneficiado de eso”, dijo resignado.

En las zonas de la capital donde predomina el antichavismo, en uno de los centros de votación habían votado 300 personas, de 4 mil 139, es decir, el 7.24% del total.

Cerca de allí, caminaba Jesús Bastidas, un trabajador independiente de 41 años que decidió “no perder el tiempo” en participar en un referendo que “no es necesario” y le parece “básicamente una elección de mentira”, cuando hay “cosas más importantes” que atender “en este momento”, como los hospitales, “que se están cayendo”, y las escuelas, que “no sirven”.

“(La consulta) ni siquiera sirve para hacer ruido, porque a la gente no le importa, a la mayoría de las personas no les importa, y quienes están votando (lo hacen) para asegurar sus bonos de la patria (dádivas gubernamentales) o sus cajas (de alimentos subsidiados) CLAP”, aseguró.

En el otro extremo ideológico, Carmen Rabell, de 73 años, acudió al llamado oficialista no solo para votar, sino también para responder “cinco veces sí” a las cinco preguntas. “(Lo hice) por mi patria, por la patria de (el libertador Simón) Bolívar y por la patria de mi comandante eterno (el fallecido presidente) Hugo Rafael Chávez Frías”, expresó.

En el centro donde votó, en un bastión chavista sólo ejerció este derecho el 10.95% del electorado, a tres horas del cierre, y poco iba a aumentar ese porcentaje, con solo ver la ausencia de colas en los centros electorales casi desiertos.

“¿Qué vas a hacer mañana, Maduro?”

El exdiputado Juan Pablo Guanipa, del partido opositor Primero Justicia, publicó un video en el que hace un resumen de varios puntos de votación prácticamente vacíos en regiones como Lara (oeste), Aragua (norte), Falcón (noroeste), Anzoátegui (este) y Zulia (oeste, limítrofe con Colombia).

“Al final, (el Gobierno) dará el número (de participación) que quiera dar, pero lo que queda claro es que esta gente no convoca a nadie en Venezuela”, sostuvo Guanipa.

El ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles preguntó este domingo a Maduro qué hará después del referendo.

“Es una pregunta para Maduro, ¿qué va a hacer mañana? Se acabó el tema, o sea, se acabó la propaganda, se hizo el referendo: ¿Este referendo era necesario para hacer algo? Mañana se acabaron las excusas”, expresó ante periodistas el antichavista luego de votar en la consulta, que no tendrá carácter vinculante.

Esta “duda”, prosiguió, la comparten “muchos” en Venezuela, en vista de la falta de claridad sobre los siguientes pasos que dará el Ejecutivo en este pleito, que está siendo procesado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), aun cuando Caracas insiste en no reconocer su jurisdicción.

Capriles consideró también que el referendo, en el que se pregunta a los venezolanos si están o no de acuerdo con anexionar el área en cuestión al mapa nacional, es un “parapeto” que se inventó el Gobierno después de las primarias opositoras del 22 de octubre, en las que la exdiputada María Corina Machado recibió 2.35 millones de votos que la respaldan como candidata presidencial para 2024.

El dos veces candidato presidencial criticó el “derroche de recursos” del Ejecutivo en la campaña por el referendo, que —subrayó— «no ha tenido eco en los venezolanos”, en alusión a la baja concurrencia de votantes que reportan opositores y medios locales.

“Mañana, todos los problemas económicos y sociales del país van a estar ahí, es un poco lo que está diciendo la gente no acudiendo a los centros de votación”, sostuvo.

Guyana espera fallo de la CIJ

El presidente de Guyana, Irfaan Ali, pidió este domingo a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, que “demuestre madurez y permita que el Estado de Derecho funcione y determine el resultado de esta controversia”, dijo el mandatario, al tiempo que informó que se reforzará la vigilancia en la frontera común.

“El mundo entero está mirando la forma en que Venezuela se comportará y Venezuela está bajo un mayor escrutinio porque hemos dejado claro que vamos a cumplir con las órdenes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y ahí es donde está el caso”, agregó.

El viernes pasado, el mandatario pidió a Venezuela acatar el fallo vinculante de la CIJ que urgió a Caracas a “abstenerse” de tomar “cualquier acción que modifique” la situación actual del territorio bajo pleito, controlado por Guyana.

La CIJ no pidió directamente a Caracas cancelar la celebración del referendo sobre el Esequibo, pero sí urgió al Gobierno de Nicolás Maduro a “no agravar la disputa entre ellos” y recordó que sus fallos “tienen efecto vinculante y, por lo tanto, crean obligaciones jurídicas internacionales”.

Temor a un conflicto armado

El de este domingo es un referéndum consultivo que ha levantado las alarmas desde que se anunció, al día siguiente de que la oposición venezolana realizara unas primarias que superaron las expectativas de participación.

La quinta pregunta es la que genera más suspicacia, pues con ella el Gobierno busca recibir la autorización popular para crear un nuevo Estado venezolano en el territorio en disputa y dar identidad venezolana a poco más de 125 mil personas que viven en esa franja de selva y que ya son guyaneses, cuya lengua es el inglés.

Esto ha sido interpretado como una ocupación de la zona en reclamación con el respaldo de los votos y algunos analistas internacionales consideran que está servida sobre la mesa la posibilidad de que se desate un conflicto armado en América Latina.

¿Por qué el Esequibo está en disputa?

El gobierno venezolano rechaza la base del argumento de Guyana para demostrar en las cortes que el Esequibo es suyo legalmente desde el Laudo Arbitral de París de 1899, una decisión considerada por Caracas como amañada y parcial a favor de los ingleses que, con la creación de la Guayana Británica en 1831, empezaron a ocupar un territorio que, aunque estaba en los mapas de la antigua Capitanía General de Venezuela desde 1777, España no había poblado y explotado, y luego de la independencia, una Venezuela en ruinas tampoco estuvo en condiciones de poseer.

En 2018, Guyana (que tiene el apoyo explícito de Estados Unidos y Reino Unido; y el implícito de la vecina Brasil) introdujo una demanda para que sea la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la que determine la validez del Laudo Arbitral de 1999; sin embargo, el régimen venezolano advierte que no aceptará el fallo vinculante del tribunal internacional (señal, probablemente, de que sospecha que no las tiene todas consigo).

La Crónica